El amor no es ciego
La vida en pareja es como viajar en barco. Con esta comparación comenzaba el psicólogo consultor del Grupo ALBOR-COHS, Manuel García una de sus ponencias en el curso de verano de la UPV/EHU sobre cómo mejorar en las relaciones de pareja. A través de dicha metáfora intentaba explicar que todas las relaciones pasan por unas fases. La primera sería la toma de contacto, una prueba de la relación para comprobar si interactuando ambos miembros de la pareja se sienten bien y después vendría la de la consolidación que se da cuando ambos han decidido vivir juntos o casarse. A partir de entonces comienza la etapa 3 o la “de mantenimiento” y es en donde se dará la consolidación definitiva o no. Siguiendo con el simil con el barco, García, denominó a esta última fase “la travesía oceánica”. “Habrá momentos de calma y momentos de tormenta. Y en una relación, va a llover sí o sí”. El psicólogo consideró que “la lluvia” es una “oportunidad para aprender a superar las dificultades” por lo que añadía que “cuanto antes llueva mejor”.
Esa consolidación entre dos personas no siempre es posible porque es el bienestar el que está en juego. Ángela Magaz, también consultora y psicóloga de ALBOR-COHS hizo hincapié en que el amor verdadedor se da cuando “se renuncia a parte de nuestro bienestar por el bienestar del otro y siga sintiendo que la relación es satisfactoria”. Advirtió que no hay que confundirse y pensar que ambos son la misma persona. “La pareja ideal es aquella que comparte intimidad pero preserva una pequeña parte de cada uno porque cada uno tiene sus gustos , deseos, sentimientos y forma de ser”. Explicó que cuando no se da el respeto a la individualidad o uno de los dos piensa que posee al otro, es cuando aparecen los casos de dependencia “que suponen un riesgo en la pareja”. También García señaló que “hacer la vida fácil al otro” puede ser un riesgo porque “el otro se acostumbra a que su bienestar dependa de ti o viceversa”. Uno de los ejemplos que utilizó fue el de un cliente que va todos los días a la misma cafetería a tomar un café. “Si el cliente le da todos los días propina, el camarero no se va a esforzar en hacer el café bien pero si el cliente un día le dice que el café está bueno, otro no dice nada y otro día le da propina, el camarero actuará de forma distinta”.
Sobre quién es el responsable de portar el bienestar o la ruptura en una relación, Magaz no supo dar una respuesta aunque ve necesaria la interacción entre ambos miembros de tal forma que piensen en el bienestar de la pareja y practiquen el amor hacia el otro. “Se trata de cuidar la pareja, de dedicarnos a la relación sin dejar que ella sola fluya”.
Otro de los puntos en los que subrayó fue en la toma de decisiones. En su opinión, todo el mundo es responsable de sus actos y “aunque tengamos sentiemientos podemos decidir”. Cada uno decide si quiere continuar la relación con su pareja o si quiere irse a vivir con ella. Por ese motivo aconsejó que es mejor no otorgar tanta importancia al enamoramiento ni casarse cuando el periodo del enamoramiento ya ha finalizado “ya que cuando estamos enamorados se da una alteración perceptiva de la realidad”.
En definitiva, Magaz insistió en que se debe buscar “el bienestar” sea viviendo solos o acompañados. “Necesitamos aprender a vivir solos, otra cosa es que acompañado se viva mejor. Pero depender de alguien para estar bien es esclavizarse”.
Manuel García: “Amar es una disposición a buscar el bien del otro y a compartir”
¿Una vez pasada la fase de enamoramiento, es posible que el amor dure para toda la vida sin sentir algo hacia otra persona?
El querer es una emoción y ese querer es involuntario. No puedes evitar querer y no dura toda la vida. Amar es una disposición a buscar el bien del otro y a compartir. Y esto puede durar toda la vida porque tú lo decides así. Puedes tener sentimientos hacia otra persona, pero tú amas a tú pareja. Se puede amar a alguien toda la vida porque amar es una decisión. Lo básico es entender el sentimiento de querer que es involuntario, y el de amar que lo puedes cuidar.
¿Eso es lo que comentaban sobre las diferencias entre el amor erótico y el amor verdadero?
El erótico es que tú buscas placer, sensualidad. Sólo el hecho de que una persona sea agradable ya puede ser placentero. Lo que yo puedo querer es pasar otro rato con una persona porque me resulta agradable, pero en ese caso yo utilizo a esa persona para mi propio bien. Eso no significa que yo esté dispuesto a salir con esa persona o quedar cuando a esa persona le apetezca. Eso es amor erótico. El amor verdadero es hacer un esfuerzo por el otro, ceder parte de mi bienestar para el bienestar del otro.
Pero eso en la amistad también se da también.
Porque las relaciones de amistad son amorosas. Pero es por ello que amigos verdaderos hay pocos. Un amigo es el que cuando le preguntas qué tal estás, espera a que contestes y no va en seguida a pedirte algo. En las amistades íntimas estás dispuesto a dar mucho y normalmente suele ser recíproco.
“Mendekotasunari aurre egiteko segurantza pertsonala landu behar da”
Que uno de los dos o ambos tengan dependencia supone un riesgo ¿Qué es lo que se debe hacer en caso de riesgo?
Si son ambos dependientes pueden durar juntos toda la vida pero se ha establecido un vínculo de dependencia que no es sano. Es un riesgo ya que si uno aprende a ser independiente se iniciará una fractura entre ambos. Si es sólo uno el dependiente, no hay recetas, hay que acudir a actividades de entrenamiento en asertividad y seguridad personal. Cuando atendemos a una pareja, lo primero que hacemos es una evaluación de cada una de las personas y una evaluación de la pareja. Nuestro consejo es antes de querer mejorar la relación, intentar mejorar a la persona. Aunque en realidad, todos tenemos factores de riesgo cuando interactuamos con la pareja.