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CURSOS DE VERANO UPV/EHU

Ciudades 3.0

En las últimas décadas los conceptos energías renovables y sostenibilidad han bombardeado nuestras mentes y la ciudadanía ha ido interiorizando la importancia de respetar el medio ambiente para evitar que con el cambio climático destrocemos el planeta por completo.  Actualmente, se va más allá y comienzan a utilizarse conceptos tales como ciudades inteligentes. Existe una preocupación de regeneración de las urbes ya que son éstas las que emiten una mayor cantidad de gases de efecto invernadero. Precisamente esta cuestión es la que se ha tratado en el curso de verano de la UPV/EHU “Ciudades Inteligentes” que ha contado con la colaboración de Fomento de Donostia-San Sebastián.

En definitiva, existe una generalizada idea por parte de los expertos y dirigentes en crear ciudades sostenibles tanto ecológica como tecnológicamente pero tal y como remarcó Josu Ruiz, concejal de Deportes y Desarrollo Económico del ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, “siempre debe ser al servicio de los ciudadanos”. Desde el consistorio, junto con Ruiz, Euken Sesé y Ana Aizpuru hablaron del Plan de Actuación en el que están trabajando dentro del programa europeo Steep para lograr que la capital guipuzcoana avance hacia la “inteligencia”. El proyecto se denomina Urumea Riverside District.

Eusken Sesé explicó que los pilares en los que la Comisión Europea en el período 2014-20 se quiere centrar son la energía, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y la movilidad sostenibles. “Y lo que mueve a las administraciones locales es ver cómo estamos lejos de cumplir con el 20%, 20%, 20% establecido por la Unión Europea (UE) y ver que el 80% de las inversiones de la UE no cumplen con los objetivos de la eficiencia energética”, añadió. Asimismo planteó la necesidad de “un liderazgo compartido y de estrategia” para “encontrar un equilibrio entre los intereses de la ciudad y los corporativos privados”.

Además de presentarse las características del proyecto previsto para Donostia, se hablaron de experiencias en el ámbito de las ciudades inteligentes sobre urbes como Gijón, Glasgow (Reino Unido) o algunas de las ciudades estadounidenses.  Así, Robert Puentes, miembro de Brookings Institute, describió algunos de los proyectos materializados en Estados Unidos.

En el caso de San Francisco, se han establecido parquímetros inteligentes y en San Diego existen sistemas de generación de electricidad localizada para vehículos eléctricos. Según Puentes, el planteamiento para apostar por las ciudades inteligentes consiste  en “conocer la información económica y el impacto de la economía para elegir las políticas a llevar a cabo”. La ciudad de Glasgow es otra de las ciudades ejemplo ya que es de origen industrial y ha tenido que afrontar  nuevos “retos sociales, económicos y físicos”. La clave para Michael Burns, responsable del proyecto Sustainable Glasgow, reside en “tener en cuenta los puntos débiles de las ciudades y compararla con urbanizaciones más avanzadas como Amsterdam”.

Sin embargo, a pesar de ser fundamental crear un lugar sostenible en el mundo, tal y como Charles Landry, miembro de la consultora Comedia, expuso, también hay que tener en cuenta el urbanismo blando. “Es decir, hay que crear ciudades en las que los ciudadanos puedan interactuar y se sientan bien. Necesitamos crear ciudades sostenibles, tecnológicas y sobre todo, ciudades con alma”.

 

Ana Aizpuru: “Parece que gastamos pero es gastar para optimizar”

¿En qué consiste el Plan de actuación del ayuntamiento de Donosti en relación al proyecto Urumea Riverside?

Queremos focalizar en la zona de la rivera del Urumea ese impulso de ciudad inteligente porque creemos que engloba tres zonas diferentes, una zona verde como es Ametzagaña, una zona industrial como es el polígono 27 y una zona residencial como es Txomin. Hay ya previsiones de una nueva urbanización, de proyectos medioambientales en la zona verde y de proyectos como el centro Enertic del Polígono 27. Pensamos que es una zona en donde se puede experimentar. Lo que no queremos es instalar cacharrería de tecnología de cualquier manera.

Durante el curso se menciona la necesidad de una participación público-privada, ¿cómo se da?.

Hay que estructurar los partenariados público-privados porque lo que no se quiere es que venga una empresa, del tamaño que sea, que tenga una solución y que las instituciones aceptemos a probarlo y luego nos demos cuenta de que lo materializado no funciona, no sirve o no se puede mantener. Se trata de trabajar conjuntamente, reflexionar y realizar aquello que sea necesario.

“Zenbat kontsumitzen dugu jakinez gero aurreztea errazagoa da”

¿Cómo es posible crear estas ciudades inteligentes con políticas económicas sostenibles en un momento de austeridad?

Muchas de estas iniciativas están incluidas en el marco 2014-2020 y estamos a la espera de los fondos, pero al final el término “smart” también quiere decir la inteligencia de tener información y saber usarla para optimizar los recursos y se supone que se van a producir esos ahorros. Parece que materializamos proyectos, que gastamos, y es verdad, pero es gastar para optimizar porque en teoría deberíamos salir beneficiados.

¿Qué falta en Donosti para ver esa inteligencia?

Mejorar la eficiencia energética. La energía está en todas partes y es un eje tan importante como el de las TIC. Ser eficientes en los edificios de nueva construcción o en los que se rehabilitan. Ahorrar en temas de iluminación, en recursos como agua, en calefacción. Además, sabiendo cuánto consumimos podemos ahorrar. Si te instalan un dispositivo en casa para ver cuándo gastas, cambiarás hábitos para ahorrar. Eso se puede hacer también a escala de la ciudad. Un ejemplo de urbe es la instalación del District Heating, es instalar el calor a nivel de barrio y evita que haya que instalarse una caldera en cada casa. Todavía hay mucho por hacer.

 

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