Irregulares por circunstancias de la vida
Ir a un país extranjero en busca de una vida mejor no siempre es un camino de rosas y mucho menos cuando se habla de la inmigración irregular. Son varias las circunstancias que llevan a las personas a trasladarse como las situaciones de conflictos armados, violaciones de los Derechos Humanos o la pobreza. Estos aspectos han sido objeto de análisis y debate en los cursos de verano de la UPV/EHU en el encuentro titulado “problemas actuales de la inmigración irregular”.
El primer punto tratado fue el relacionado con los grupos de crimen organizado que, tal y como afirmaba la docente de la Universidad Autónoma de Barcelona Andrea Giménez-Salinas, “se utiliza como negocio para la explotación de inmigrantes”. Estos grupos los clasificó en negocios de tráfico de inmigrantes y en negocios de trata de seres humanos. En el caso del primero hay un consentimiento de traslado al país, sin embargo, el que se da en muchas ocasiones es la trata de seres humanos ya que una vez llegan los extranjeros al país destino, están explotados laboral o sexualmente bajo amenazas y bajo condiciones precarias. Manifestó la necesidad de crear apoyo para los inmigrantes irregulares. “Los estudios no dicen que los inmigrantes sean criminales, no tienen genes diferentes pero cuando llegan a un país se sienten el último escalón del país debido al choque cultural por lo que tienen una tendencia mayor a acabar siendo delincuentes ya que sin apoyo legal, pueden acabar encontrando apoyo en las redes criminales y participarán ya que es la única salida que ven para salir adelante”.
Al hilo de los conflictos armados e inmigración, Jesús Díez, miembro del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), se centró en la zona africana del Sahel , una franja horizontal que empieza en los países de Mauritania y Senegal, y termina en Sudán y Eritrea. Habló especialmente de Malí, un estado que antes de estar inmerso en el conflicto acogía a inmigrantes y a alrededor de 600.000 refugiados que a no era considerado un estado fallido por Naciones Unidas y acabó en guerra. Para él la solución radica en “poner fronteras en los países africanos y evitar así tanta irregularidad” porque en Sahel y más en concreto Mali, es una zona de tránsito del crimen organizado así como del tráfico de drogas.
Las limitaciones existentes en el Derecho Internacional respecto a las normas de los Estados sobre condiciones de entrada y permanencia en el territorio de los extranjeros fue otra de las cuestiones que se trató a manos de Mª Dolores Bollo, de la Facultad de Derecho de la UPV/EHU y directora del curso. Se encargó entre otras, de analizar diversas normas internacionales. La Ley Internacional de los Derechos Humanos consta de la Carta Internacional de los Derechos Humanos y de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos. De este último, analizó los artículos 2, 3 y 4 que se refieren al Derecho a la vida, a la no tortura y a la no esclavitud laboral, respectivamente. Bollo aseveró que sea el territorio que sea la jurisdicción internacional deben respetarla todos los territorios, especialmente cuando de tortura se trata. “ A pesar de que el derecho a la vida cuenta con sus matices en algunos países en donde todavía existe la pena de muerte, la no tortura es un derecho absoluto que debe cumplirse”.
Por último, el debate se centró en la dignidad de las personas. Así, Abdoulaye Gueye, de Cáritas San Sebastián, dijo que los países de destino se necesitan políticas de integración que “garanticen el respeto a las personas”.
Andrea Giménez-Salinas: “Sin la UE no se habría avanzado casi”
¿Existen normas que regularicen este tipo de grupos organizados?
La legislación existente es el código penal, respecto a la penalización de la organización criminal. Pero el esfuerzo tiene que venir más de la mejora de la investigación criminal por parte de la policía, en la mejora de la detección de fronteras como lugares estratégicos de actuación de estos grupos, en la cooperación policial con los países de origen y una prevención de los países de origen. Intentar que de alguna manera se creen infraestructuras para que esa población vulnerable no se incorpore a estas mafias. Si no frenamos eso en origen, especialmente en los casos de trata, podemos hacer mucho aquí, pero la fuerza no la necesitamos en legislación, debemos mejorar la identificación de víctimas.
Habla de los países de origen, pero los países destino, sea España, ¿debería facilitar los trámites de regularización de los inmigrantes para evitar estos problemas?
Sí, pero de hecho ya se producen en parte. Como en la trata las víctimas están en una situación muy complicada, nuestra Ley de Extranjería reconoce la trata. Si se acredita que es una víctima de trata y colabora con la investigación, se le otorga la posibilidad de estar regularizado en nuestro país con contratos de trabajo o permisos de residencia. Además se les concede un periodo de reflexión para que piensen si quieren estar en nuestro país o regresar. Y gracias a la ayuda de las ONGs se pueden reorientar. pero queda mucho por hacer en la reducción de las mafias, porque mientras haya negocio seguirá habiendo delincuentes que se unan a las organizaciones criminales.
”negozioa dagoen bitartean gaizkileak egongo dira”
¿Cuál es el punto de vista de la Unión Europea?
Sin la Unión Europea no se habría avanzado casi nada. La UE lleva 15 años haciendo un esfuerzo ingente en homogeneización de legislaciones, en ayuda a la persecución y cooperación de estos grupos, en la elaboración de guías de intervención para la asistencia de inmigrantes, en el reconocimiento de víctimas y situaciones de vulnerabilidad… Ahora lo que se está abordando, que es todavía una asignatura pendiente, es la explotación sexual ya que en el aspecto de explotación laboral queda todavía mucho por hacer. Además, Se está invirtiendo mucho para que los países de origen también generen estrategias para frenar esa salida de mujeres.
0 comentarios