Humanidad contra la desigualdad
En Río de Janeiro están las favelas o en Nueva York el barrio del Bronx. Pero no hace falta irse tan lejos para contemplar las desigualdades sociales existentes dentro de una ciudad. En Madrid por ejemplo, en Cañada Real Galiana, hay 7.725 vecinos censados en viviendas ilegales. A nivel de Euskadi, también las ciudades constituyen el lugar natural de asentamiento de los más desfavorecidos. Hay un 6,1% de población en situación real de pobreza y un 11% con problemas de ausencia de bienestar en las comarcas más urbanizadas.Además, más del 80% de la población pobre o con problemas de ausencia de bienestar vive en las principales ciudades vascas. Estos datos los desglosó el sociólogo y responsable del área estadística del departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco Luis Sanzo en el Curso de Verano de la UPV/EHU sobre ‘ciudades y pobreza’. También Iñigo Estomba de la asociación Kale Gorrian y José Emilio Lafuente de Cáritas Gipuzkoa dieron una serie de datos. En 2007, Cáritas Gipuzkoa atendió a 12000 personas y a 29.000 en 2012. Por su parte, Kale Gorrian en 2012 se encontró con 1704 personas en exclusión residencial en Euskadi.
Graciela Malgesini, miembro de la Red Europea de lucha contra la pobreza, describió algunas de las causas que provocan las desigualdades en las urbes. Achacó principalmente a la globalización como principal razón de la “polarización social” ya que “actualmente en la ciudad impera el mercado económico”. Según Malgesini, la inmigración también es una de las causas porque se han ido creando guetos y esto ha provocado los casos de exclusión social. “Al final es una cadena. Si pides un crédito en Lavapiés (Madrid) quizá no te lo concedan. Y si tienes dificultades económicas esto puede afectar en el propio acceso a la educación y cultura, y de ahí pueden venir a posteriori las desigualdades”. La doctora en Historia económica habló sobre la Estrategia Europa 2020 cuyo objetivo es entre otros, promover la inclusión social y luchar contra la pobreza aunque considera que “no habría que olvidar la Agenla Local 21 firmada en Brasil”, que trata de impulsar desde el ámbito local la cohesión social. Al hilo de esta última idea, el sociólogo Imanol Zubero subrayó que las principales intervenciones urbanas deben estar dirigidas a las relaciones sociales así como políticas. Explicó que uno de los problemas más relevantes de las grandes ciudades de hoy en día es la intolerancia y la falta de interacción por parte de sus ciudadanos. Para Zubero habría que generar oportunidades de contacto intercultural y llegar a un dinamismo económico y social. Sin embargo, añadió que las ciudades más desiguales suelen tener éxito porque existe “un dinamismo económico, un sistema productivo”.
Begoña Pecharroman, de la consultora de antropología Farapi hizo varias reflexiones teniendo en cuenta algunos ideales del ecologismo y feminismo para mejorar el sistema productivo. Subrayó que el sistema económico actual deja de lado las verdaderas necesidades humanas y que la sociedad sólo está pensada para los trabajadores. “Parece que si eres un parado, jubilado, niño o dependiente no vas a tener oportunidades para hacer tu vida”, se quejaba. Uno de los ejemplos mencionados en clase y que es un caso real fue el de una iniciativa en la que se pedía que se sopesara la idea de poner espacios para atender a los bebés en los edificios públicos. También Lidia del Pozo, del BBVA, al tratar el desarrollo empresarial desde un punto de vista social expuso algunos ejemplos de empresas que se han centrado en la innovación social. “Hay que apoyar el emprendimiento social porque consiste en solucionar problemas sociales promoviendo un cambio sistémico”.
José Emilio Lafuente: “La administración debe ver lo social como una inversión”
Afortunadamente existen organizaciones de voluntariado como Cáritas pero también aumenta el número de personas a las que asistís...
Hacemos la diferenciación a dos niveles, lo que es a nivel macro o estructural. Existe un modelo económico social en donde prima lo económico y no el desarrollo de la persona. Por otro lado está la crisis económica, es la situación del momento. Una situación complicada, difícil y eso hace que haya aumentado el número de personas que están en situación de vulnerabilidad. Pero es la propia debilidad del propio sistema que genera situaciones de precariedad. Haciendo referencia a distintos estudios, se concluye que en la situación actual (año 2012) la situación entre personas que están con mayor dificultad y personas que están en una situación ventajosa se han incrementado. Lo que indica que la crisis no ha afectado a las personas por igual.
¿Qué debe hacer la sociedad para eliminar la brecha ricos-pobres?
Las diferencias deberían paliarse por el propio sistema. El sistema de protección social debería fortalecerse. Hay un informe de FOESSA de Cáritas 2008 que recoge datos de los años anteriores a la crisis. En los años anteriores a la crisis a nivel estatal, que se supone que fue donde más posibilidades económicas había, no se reforzaron los sistemas de protección social.Y estos son los que reducen las desigualdades existentes entre los ciudadanos.
“Sistemak eratzen sortzen ditu desberdintasunak”
¿Se está dando una gestión precaria del dinero?
Creo que las administraciones ahora no tienen dinero. Puede suceder que haya una priorización de gasto hacia otras necesidades. Las administraciones deberían priorizar el tema social viéndolo no como un gasto si no como una inversión al futuro. Una inversión de la mejora de la calidad de vida y como una inversión en ganar cohesión social.
¿Considera que se cumplirán los Objetivos del Milenio que están previstos para 2015?
No creo. Hay mucho camino para recorrer para que los distintos estados firmantes lleguen a cumplir los compromisos del milenio. Y esto pone de manifiesto que lo que se está priorizando no es la persona ni la cohesión social.
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