Envejecimiento activo
Los años pasan para todos y de repente, llega la jubilación, las arrugas cada vez son más prominentes y la movilidad del cuerpo va disminuyendo. Manolo Quevedo de la Asociación de los alumnos y ex-alumnos de la Aulas de la Experiencia (ACEX-ESKE), explicó que cuando se está trabajando, se piensa en cuándo llegará la jubilación y sin embargo, los jubilados se encuentran inmersos en una época en la que no saben muy bien qué hacer y en la que parece que las personas mayores no pueden formar parte de la sociedad. Ante tal realidad, el curso, que contó con la colaboración de ACEX-ESKE y la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha pretendido manifestar la necesidad de impulsar la participación de las personas mayores así como de la creación de un Plan Integral de Participación.
Constituir una sociedad en la que las personas mayores puedan sentirse partícipes fue una de las reivindicaciones principales ya que las personas mayores cada vez tienen un lugar mayor en la pirámide demográfica. “Ahora una de cada 5 personas tiene más de 65 años en Euskadi y dentro de 10-15 años una de cada 4”, expuso Iñigo Lamarka, del Ararteko. Ante esta situación, considera que el modelo social debe reinventarse “para ser sostenibles”. Lamarka lamentó que las personas mayores son vulnerables en cuanto a derechos se refiere porque los desconocen. Por ello propuso el impulso de una estrategia transversal y una mejora de las políticas públicas que garanticen sus derechos así como su cumplimiento. Son muchas las reflexiones que hizo entre las que destacó la necesidad de apoyo que necesita este colectivo para fomentar su participación. “Poco más del 10% de las personas mayores están atendidas por recursos de ayudas institucionales. Habría que hacer un esfuerzo para que los recursos asistenciales cubran sus necesidades”. Para Lamarka, es fundamental promover las ayudas sociosanitarias y promover que vivan en casa mediante ayudas a la accesibilidad y asistentes sociales. Precisamente Javier Yanguas, de la Fundación Instituto Gerontológico Matía-Ingema, afirmó que las personas mayores donde quieren vivir es en su domicilio habitual. Yanguas presentó los resultados de dos investigaciones cualitativas en las que se hicieron 90 entrevistas a personas mayores recogiendo sus diferentes opiniones. Cree que hay que apostar por un modelo basado en la autonomía de las personas mayores. “Hay que ensalzar la autonomía como valor fundamental y no la dependencia como hace el modelo que tenemos hoy en día”. Asimismo, según Yanguas, ante el envejecimiento las personas mayores han de tener una actitud positiva y saber adaptarse; y la sociedad debería dar mayor relevancia a los aspectos emocionales de la tercera edad. “Las personas mayores le dan mucha importancia a la salud, a la actividad y a los vínculos personales y en base a eso hay que actuar”.
Para Kepa Korta, de la Oficina de Estrategia de Donostia-San Sebastián, el objetivo debe fijarse en asegurar un desarrollo sostenible del Estado del Bienestar y legislar de forma integral. “Hay que actuar en políticas sobre pensiones, salud, infraestructuras, empleo, integración y participación”. Por otro lado, opina que para evitar la invisibilización de este colectivo es necesario potenciar el voluntariado intergeneracional. “Si conviven personas de diferentes familias y diferentes generaciones en los diversos aspectos de la vida, habrá una mejor comprensión de los mundos”. También Joseba Zalakain, de la Fundación SIIS, coincidió en la idea de potenciar las políticas transversales de carácter intergeneracional y añadió que para la promoción de una ciudadanía activa y participativa a partir de la jubilación hay que hacer “políticas de mayores como tal y como sucede con los jóvenes”.
Una de las mejores formas de fomentar la participación de las personas mayores es dándoles opción a formarse. Para ello, en Euskadi existen desde los 90 las Aulas de la Experiencia o Universidad para Mayores y desde 2000 las Escuelas de la Experiencia. Manolo Quevedo describió el funcionamiento de las Aulas de la Experiencia y alabó su existencia ya que “dejar de aprender es comenzar a envejecer”. Se mostró esperanzado ante la nueva Ley de aprendizaje a lo largo de la vida.
Manolo Quevedo: “En la universidad para mayores hay un ambiente de querer aprender”
¿Por qué es importante el aprendizaje en la última etapa de nuestras vidas?
El aprendizaje siempre es importante pero deja de ser un concepto de aprendizaje para la explotación de ese conocimiento como sucedía en la juventud. Esto es aprender por aprender. En la universidad para mayores hay un ambiente en clase de querer aprender y participar. La actividad y satisfacción social que tiene el grupo es muy importante.
¿Qué proyectos se llevan a cabo en ACEX-ESKE?
Dar cobertura a los propios alumnos, que se pueda mediante pactos asistir a clases de la universidad en forma de oyentes -que no cuesta dinero a la administración- y organizar cursos. Nuestra idea final es hacer una universidad de mayores donde las personas mayores vean que tienen opciones para aprender por aprender.
Además de mediante la formación, ¿Cómo se puede fomentar la participación entre las personas mayores?
En la nueva Ley de aprendizaje a lo largo de la vida una de las cosas que se plantea y con mucha insistencia es en la participación de las personas mayores en aquello que le afecta. Así es cómo se fomenta.
0 comentarios