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CURSOS DE VERANO UPV/EHU

Euro: sus pros y sus contras

Atrás quedan los días en los que todavía no estábamos acostumbrados a pensar en euros, época en la que mentalmente se pasaba todo a pesetas y el euro era un inquilino extraño de nuestra sociedad. El euro comenzó su andadura en enero de 1999 con 11 estados como fundadores aunque la eurozona en estos momentos la componen 16 países. Ante este aniversario, algunos expertos en Economía y Derecho quisieron dar su punto de vista en este curso.

Jesús Garmendia, de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la UPV/EHU, valoró, en general, positivamente la implantación del euro. Uno de los motivos que avalan esta afirmación es que “la zona euro es la 2º más importante desde el punto de vista económico”. Asimismo, Garmendia destacó que los beneficios esperados con la Unión Monetaria “han sido cosechados”. Esto es, gracias al euro, en cada estado de la Unión Monetaria desaparece el riesgo del tipo de cambio. “Disminuye el temor a la devaluación de las monedas nacionales y se evitan las medidas demasiado proteccionistas. Por consiguiente, el euro ha impulsado el comercio y las inversiones entre los socios”. En el caso particular del estado español, el euro le ha beneficiado “en el acercamiento de los tipos de interés aunque no ha ocurrido lo mismo con la inflación”.

Sin embargo, no todo fueron flores para la Unión Monetaria Europea. Los ponentes coincidieron en que existe un desequilibrio del déficit exterior debido primordialmente, al escaso crecimiento de la productividad. Además, Garmendia subrayó que por las diferentes visiones económicas que parten de cada país de la Unión Monetaria, “el euro nos protege ahora en crisis pero el marco institucional de la Unión Monetaria no es el más adecuado para salir de ella”.

Precisamente, la crisis financiera actual fue el tema central dentro del contexto del euro. Tanto Jesús Garmendia como Jesús Ferreiro, este último de la Facultad de Ciencias Económicas de Bilbao de la UPV/EHU, fueron los encargados de explicar las causas que produjeron la crisis mundial. Una crisis que tuvo sus inicios en la crisis asiática en el 2000, en la ‘burbuja inmobiliaria’ y finalmente, a partir de 2005 en la subida de los tipos de interés nominales por parte de EEUU y las hipotecas sub-prime. Ferreiro explicó que las actuales medidas fiscales y monetarias que se están llevando a cabo son entre otras, las rebajas fiscales, las rebajas de los tipos de interés o la inyección de liquidez, aunque “estamos inmersos en la incertidumbre y carecemos de referentes para hacer frente a la situación”. ­Isaac Merino, de la Facultad de Derecho de la UPV/EHU, añadió que la Unión Europea carece de una política fiscal propia y común. Merino considera necesaria la convergencia de los sistemas fiscales “dada la movilidad de los factores productivos y la globalización económica”.

Gurutz Jauregi, de la Facultad de Derecho de la UPV/EHU, hizo aportaciones de carácter político y afirmó que para “que la construcción europea tenga éxito hay que tener en cuenta la integración e identidad”. Según Jauregi, Europa sigue el ideal de ‘despotismo ilustrado’ ya que los ciudadanos no se sienten identificados con la Unión Europea y la Europa del futuro “debería descansar en la cultura, en los valores”.

Gurutz Jauregi: “Todo humano se merece el mismo reconocimiento legal y social” 

¿Estamos en el estado español mejor con el euro que con la peseta?

Yo pienso que sí. El pasar de la peseta al euro nos ha permitido que se eviten crisis específicas para el caso español. La peseta era una moneda muy débil y al ser muy débil estaba sometida a muchos riesgos. Es verdad que ahora hay riesgos, pero comunes a los del resto de Europa.

¿Qué aporta el euro o la Unión Monetaria a la Unión Europea?

Teóricamente, una cierta estabilidad aunque ahora con la crisis eso se haya roto. Progresivamente, una tendencia hacia la igualdad de los sistemas económicos.

¿En qué beneficiaría la ratificación del Tratado de Lisboa a la Unión Monetaria europea?

Si se ratifica se va a reforzar la posibilidad de que la UE tome una política más activa tanto en el ámbito económico como en el ámbito social. Una política menos condicionada por los estados.

¿No cree que es perjudicial para la zona euro que haya países de la Unión Europea que no estén dentro de la Unión Monetaria?

Lo ideal hubiera sido que estuvieran. Pero con la crisis, algunos de los países que hasta ahora se negaban a entrar se lo están pensando porque les parece más conveniente.

Si el Tratado se ratifica la UE tendrá una política más activa

¿Cuáles son los retos de la integración política europea?

La Unión Europea está bajo mínimos desde el punto de vista político desde hace 7 u 8 años como consecuencia del fracaso de la Constitución Europea y de que el Tratado de Lisboa todavía no se haya ratificado. Fundamentalmente, desde el punto de vista político, hace falta que los estados cedan más poder a la Unión Europea y que la UE tenga a su vez, más poder respecto a los estados. Asimismo, que la Comisión Europea y el Parlamento sean más eficaces. Actualmente en la Comisión hay 27 comisarios, una barbaridad, ya que para que funcione basta con 12-15 tal y como prevé el Tratado de Lisboa. Y el Parlamento debería tomar un protagonismo.

Desde el punto de vista social, hay también aspectos importantes que el Tratado de Lisboa permitirá solucionar como el de la regulación de la inmigración o la implantación de un sistema de derechos y libertades fundamentales común a los estados de la UE. Creo que una de las palabras clave es respeto. Todo humano se merece el mismo reconocimiento legal y social, que es en lo que en este momento hay que trabajar.

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