Viaje espiritual en cuerpo y alma
El Camino de Santiago ha perdurado en el tiempo gracias al peregrinaje. Por ello, este año la Universidad del País Vasco con la colaboración de la Xunta de Galicia, la Sociedad Anónima de Xestión do Plan Xacobeo y el Museo das Peregrinacións e de Santiago han organizado este curso centrándose en la figura del peregrino. En la inauguración tanto Ander González (UPV) como Rubén C. Lois (Dirección Xeral de Turismo) transmitieron su experiencia. “El Camino es encontrarse a uno mismo y a la naturaleza”.
El apogeo de la peregrinación se sitúa, tal y como indicó el miembro de S.A. Xestión do Plan Xacobeo José Suárez, entre los siglos XI y XVI. “En esta época el Camino jugó un papel importante en donde, al igual que hoy, el Camino es una parte de la meta”. La peregrinación era un fenómeno común en Europa por motivos cristianos aunque el carácter religioso en otros peregrinajes era más oficial en comparación con el Camino de Santiago ya que éste se hacía por un sentimiento de espiritualidad propio y no general. También destacó que antaño los peregrinos no recorrían únicamente el Camino tradicional porque “cada uno salía de su casa y no disponía de transportes para desplazarse a Roncesvalles y Jaca”. Al contrario de lo que parece, Suárez afirmó que en el Camino de Santiago también se aprovechaba para hacer mercadeo porque mucha gente lo transitaba. Como no todo eran peregrinos, Suárez añadió que lo que caracterizó al peregrino medieval fue “su indumentaria y las insignias que llevaba encima”.
Hoy en día, el Camino de Santiago vuelve a estar en auge desde que en los años 80 surgieran las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. El fin de éstas fue revitalizarlo y disponer de voluntarios que atendieran a los peregrinos en el trayecto. Sin embargo, todavía hay caminos no oficiales que están en mal estado. “El Camino tradicional, el francés, está renovado y hay albergues para los peregrinos. Ahora, queremos hacer lo mismo con el resto”, reivindicó Fernando Imaz, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Gipuzkoa. Asimismo, informó al público de la labor de la Asociación respecto al peregrino. En Gipuzkoa existen el Camino de la Costa y el del interior, este último conocido por el Túnel de San Adrián que une Gipuzkoa con Araba. Imaz lamentó la poca colaboración por parte de los ayuntamimentos del interior a la hora de ceder locales para la creación de albergues, ya que sin un sitio donde pernoctar los peregrinos optarán por otras vías.
Una de las peculiaridades que diferencian al Camino de hoy al de ayer es que “el extranjero ha tomado relevo al peregrino nacional, especialmente en invierno”. No obstante, hay un debate interno entorno a la peregrinación. La última jornada se dedicó a discutir acerca del turista y el peregrino. Carmen Pugliese, investigadora burgalesa, opina que no buscan lo mismo: “El peregrino no sólo entrega el cuerpo, sino el alma porque se trata de una acción espiritual. Sabemos que hay esotéricos, esperpénticos, pícaros, en definitiva, gente que hace el Camino por motivos diversos. Hay hasta quien lo ha hecho en globo. Bajo mi punto de vista, a esta gente especial no se le puede denominar peregrina”. Por el contrario, Laura Romina, trabajadora de la Dirección General de Turismo en Galicia, intentó demostrar de una forma objetiva que el peregrinaje y el turismo están vinculados ya que la UNESCO califica como turismo toda actividad realizada por las personas durante sus viajes.
Fernando Imaz: “De lo que te va a quedar un recuerdo imperecedero es del Camino”
¿Qué razones le motivaron a realizar el Camino de Santiago?
Yo particularmente no soy religioso, lo mío fue más bien un aspecto cultural-deportivo. Pero ahora considero que el Camino tiene un componente espiritual, especialmente la primera vez que lo haces.
¿De qué se encarga la Asociación?
La Asociación ha revitalizado el Camino. En el 87 se constituyó la sociedad, y nos ha costado quince años llegar a conseguir locales para instalar los albergues a lo largo del trayecto. A raíz de tener infraestructuras para poder pasar la noche, también aumenta el número de peregrinos. Desde el 87 nosotros preparábamos al futuro peregrino explicándole lo que iba a ser el Camino. Antes era una aventura porque no había tanta información. Le dábamos la credencial que le permitía acceder a los albergues y cuando llegaba a Santiago se acreditaba que había hecho por lo menos los últimos cien kilómetros. Entonces se le daba la Compostela que es una especie de certificación. Esto también se hace hoy en día, y además, al peregrino le damos una vieira que lo identifica. La Asociación tiene en Gipuzkoa 12 sedes y gratuitamente podemos informar a los interesados. En el Camino también atendemos a los peregrinos, porque hay voluntarios que trabajan en los albergues.
¿Qué motivos llevan a los vascos a hacer el Camino?
Depende de la edad pero Euskadi siempre ha contado con los perfiles de religioso y deportista.
¿Va en ascenso o en descenso el número de vascos interesados en hacer el Camino?
Va en aumento. Hemos informado y entregado la credencial a más de 30.000 personas que han salido hacer el Camino y en el Camino habremos atendido a más de 500.000. Estas cifras son desde que abrimos la Asociación Gipuzcoana.
¿Por qué recomendaría el peregrinaje al Camino?
Porque se trata de unas vacaciones completamente distintas. Viajarás por todo el mundo pero puede ser que confundas los edificios de la India y de Vietnam. Pero de lo que te va a quedar un recuerdo imperecedero es del Camino. Te acordarás de todas las aventuras, vivencias, sufrimientos. El ritmo es completamente distinto. Cuando vas andando y terminas haciendo 25 kilómetros al día, tienes todo muy claro. Identificas las casas, los árboles, las Iglesias, la gente, de cada sitio.
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